Máximas y mínimas: para creer hay que dudar

Para creer hay que dudar.

Cuando se hace algo bien, por lo general resulta siendo lo mejor.

La ignorancia se perdona frecuentemente, la inteligencia raramente.

Jesús no obligó a nadie a aceptar su mensaje, luego entonces, nadie debe hacerlo.

Nuestra existencia es una línea de luz entre dos eternidades oscuras.

Incluso las más extraordinarias cualidades de nada sirven si carecen de carácter.

Que alguien me explique: ¿por qué dicen que a veces sentimos como mariposas en el estómago, si lo que tenemos son parásitos?

Cada sociedad honra en vida a sus conformistas y en muerte a sus activistas.

Las simples cosas de la vida son baratas; lo complicadas que se han vuelto es lo que las hace caras.

Sólo en común unión con toda la humanidad, nos será posible recuperar la dignidad como miembros de la especie.

No es que no tenga defectos, lo que sucede es que me esfuerzo para que no se me noten.

Debemos ser cuidadosos al lograr lo que queremos o nos veremos forzados a querer lo que logremos.

Para actuar inteligentemente, ser inteligente no es suficiente.

Hay quienes dicen que a Estados Unidos no le interesa el resto de los países latinoamericanos. Y están equivocados. Por supuesto que sí le interesa… su petróleo, su agua, sus minerales, su fauna, su flora y toda la biodiversidad que ofrece.

Las muchedumbres basan su credo en las probabilidades y no en las certidumbres.

Morir es una solución y no una opción.

Sabemos que nos hacemos viejos, cuando un resfriado, que antes nos duraba tres días, ahora nos dura tres semanas.

Adonde quiera que vayamos, las circunstancias irán con nosotros.

Ver es una facultad, mirar una cualidad y observar un privilegio.

Para quienes no están conformes con las normas establecidas, la normalidad es algo anormal.

A través de la personalidad se transmite el entusiasmo.

El que se envuelve en sí mismo, no hace un gran bulto.

Definición de Paciente: Persona cuya paciencia es puesta a prueba mientras espera ver al doctor.

Definición de Santo: Pecador muerto que ha sido indultado.

Perfil del autor

Rafael Carvajal nació en Bogotá, Colombia. Tras cursar estudios de periodismo en su país, se radicó en Los Angeles, California. Sus escritos han sido publicados en revistas y periódicos tanto en Estados Unidos como en Colombia. Su forma de esribir denota una mezcla de filosofía lógica con humor absurdo. Es miembro fundador de la peña literaria La Luciérnaga de Los Angeles.

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