Los mismitos de siempre, un poema de Dora Magaña

Ustedes quienes llegaron

sin ser llamados…

en aviones supersónicos,

en trajes verdes de fatiga

oliendo a Lavanda y Old Spice,

limpios asesores del progreso.

Trajeron máquinas

de choques eléctricos,

y esquemas sofisticados

de torturas sicológicas

para sacarnos

hasta la última palabra

de nuestras desgarradas gargantas.

***

Vieron futuro

y sus ojos claros y limpios

cubiertos con lentes oscuros

disfrutaron con placer

de la grandeza

de paisajes hermosos

convertidos en montañas de dinero.

***

Vestidos con trajes planchados

de ejecutivos del porvenir

sus biblias bajo el brazo

y una sonrisa de iluminados

de dientes blancos parejos

nos dijeron,

que su Dios no esta muerto

sino resucitado

que en sus templos descansa

junto a las imágenes de los ángeles

que lo ascendieron al cielo,

y tiene los ojos azules,

la piel blanca, el pelo rubio.

***

Con sus batas blancas

repartieron almanaques

y métodos incomprensibles

para mujeres analfabetas

para quienes esas cosas

no estaban al alcance

ni siquiera en sueños.

***

Amparados en Judas,

nos pusieron la daga al cuello

y nos mantuvieron

balanceándonos al filo de la espada,

***

Firmaron contratos

que nos dejaron sangrando crucificados

en la cruz del martirio permanente.

***

Sometiéndonos a condiciones desiguales

nos carcomieron las minas

nos destruyeron los lagos

nos talaron los bosques

nos envenaron los ríos

nos robaron el petroleo

nos mataron de hambre

nos forzaron a prisiones

nos hicieron vender el alma

por un trozo de pan.

Nos desauciaron

de nuestra tierra

y nos hicieron cruzar

caminando sus desiertos.

En donde

nos morimos de sed y hambre,

quedamos picados

por serpientes

a la vera del camino

y rompimos sus cercos

y saltamos sus muros

y fuimos violadas.

***

Ustedes que no nos invitaron

y nos vieron venir…

sudorosos, mugrosos, apestosos,

con los bolsillos rotos, sin recursos,

sin el pan a tiempo,

con los pies llagados,

con los ojos quemados

por el sol del desierto,

con los dientes quebrados,

desangrados por su daga,

crucíficados.

Harapientas, cansadas, huyendo,

buscando el futuro para nuestros hijos

a quienes despues encarcelaron

mientras usaban nuestras manos

convenientes, necesitadas.

Y nos despojaron con leyes

“English Only”, “187”, “287G”, “SB1070”

de nuestra lengua,

de nuestra historia

de nuestra identidad

de las oportunidades para nuestros hijos

de nuestro derecho al trabajo.

***

Ustedes hoy se asustan,

de nuestras manos callosas

y violentos

nos acusan

de no obedecer sus leyes

de ser ilegales….

…ustedes quienes llegaron sín ser llamados.

Dora Olivia Magaña Burgos, escritora que nace en Santa Ana, El Salvador. En su obra, persistentemente, rescata la memoria de aquellos trabajadores y estudiantes con quienes vivió experiencias de lucha, organización y resistencia en la construcción de un movimiento que pretendía establecer un sistema social, político y económico que beneficiara a las grandes mayorías de El Salvador.

2 comentarios

  1. que bonito poema y que es la realidad despues que nos usan y no sobrviviran sin nosotros porque son buenos solo para la computadora y mandar quien les limpiara la casa les cuidara los hijos y todo lo demas se van a hacer locos los buenos para nada solo para explotar

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