Fútbol: la Roja pierde

Fernandes, autor del gol suizo.

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Torrelavega (España).- Fueron muchos los que este miércoles prescindieron de la acostumbrada siesta española; los bares estaban repletos de gente, la habitual y la no habitual, y durante un par de horas – de 4 a 6 de la tarde, hora local – los celulares dejaron de sonar.

Jugaba la Roja, la selección nacional que por primera vez en la historia, figura entre los favoritos para ganar un Mundial de fútbol. Y ya se sabe, la fe mueve montañas.

El rival, Suiza, a priori era una víctima propicia para iniciar el torneo con una goleada. Pero no fue así. Como tampoco lo fueron algunos de los partidos preparatorios para este Mundial en África del Sur. Solamente después del partido, sobrevoló por el encima del subconsciente popular el recuerdo de los problemas que causan la mediocridad de algunos equipos.

Lo cierto es que España jugó al fútbol, y Suiza (que no lo hizo) ganó el partido. Un solitario gol fruto más de la mala fortuna hispana que de la destreza helvética, sirve para que por ahora sean los últimos quienes figuren en cabeza del grupo H, y los primeros quienes ostenten el denostado título de farolillo rojo.

La gente, apantallada en casas y bares esperó y desesperó hasta el último instante a que España marcase por fin un más que merecido gol. A medida que avanzaban las agujas del reloj, la gente rebajaba las expectativas de la Roja. Si después del gol helvético en el minuto 7 de la segunda parte eran pocos los que dudaban de una remontada poco menos que épica, en el tiempo de descuento – 5 largos minutos – la mayoría rezaba por un milagro: empatar el partido. Pero ni modo.

Alguien a mi lado en el bar dijo: “La Roja se parece a México: jugaron como nunca y perdieron como siempre”.

No hubo risas alrededor, algo normal en otros tiempos. Esta vez algo ha cambiado, la gente confía en las posibilidades de que la Roja pueda ganar el Mundial, algo que antes nunca había ocurrido. El haber ganado, y de forma brillante, la Copa de Europa en 2008 es un antecedente que pasa factura.

Apenas tres horas después de la derrota, los analistas y demás especialistas peloteros ocupaban las tertulias mediáticas. La derrota española fue más importante que el mismísimo decretazo (Decreto Ley) firmado ese mismo día por el Consejo de Ministros, una medida destinada a flexibilizar la obsoleta rigidez del mercado laboral español, haciendo de José Luís R. Zapatero, presidente del país, el político más criticado de España, especialmente por la clase trabajadora a quien su discurso y teórica verborrea siempre cuidó de alabar. “Pan y circo”, vinieron a acuñar los más sesudos tertulianos de la radio al filo ya de la media noche.

Muchos españoles se quedaron sin pan ayer, pero hubo mucho circo.

La Roja jugó bien, tejió un fútbol similar al desarrollado por Brasil en los cinco Mundiales que ganó, incluso algún otro que perdió. Suiza jugó como Italia en los 4 trofeos que ocupan sus vitrinas. En el fondo, ambas teorías sirven para ganar.

La gente  sabe que en esta primera fase del Mundial son muchas las cosas que se pueden corregir después de un tropiezo. Quedan dos partidos, contra Honduras y Chile, rivales ante los que no se puede perder, hay que ganar.

De lo contrario, aquel bocón en el bar que a grito pelón proclamó esa similitud entre la Tricolor y la Roja, acabará teniendo razón: “Jugaron como nunca, perdieron como siempre”.

Pedro Pulgar colabora habitualmente en medios de comunicación hispanos de Estados Unidos además de otras publicaciones en España.
Su oficio de freelance le lleva con frecuencia a destinos distintos y distantes entre si. Desde Buenos Aires a Damasco, o del DF en México a la City londinense, Pedro Pulgar relata historias donde la coyuntura socioeconómica, la política y la cultura de la región, se refleja en los comentarios del ciudadano de a pié. Las crónicas a menudo son el barniz que lustran las líneas de acción y pensamiento de quienes ostentan el poder, tanto sea éste económico, político o religioso, aspectos todos que más veces van dándose codazos que de la mano.
En el curriculum de Pedro Pulgar destacan más de 10 años de intensa labor para el diario La Opinión de Los Angeles, donde ejerció como columnista y Editor de la sección de Negocios. Entre las muchas personas entrevistadas durante los 15 años ejerciendo el oficio, figuran George W. Bush, Bashar Al-Assad, Plácido Domingo, Hillary Rodham Clinton y otros.
Pedro Pulgar está graduado de Filosofía Pura por la Universidad de Salamanca (España) y Business Administration por la California State University, Los Angeles.

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