A la extremísima izquierda

Defínase señor Muzam, me han dicho varios muchachuelos y vejestorios que han querido atraerme a sus feudos políticos de izquierda o de derecha, o que al menos han pretendido delimitar nuestros abrumadores desencuentros ideológicos.

Fracasó la izquierda – les digo – fracasó la derecha, fracasó estrepitosamente el comunismo. El centro, con sus variantes de centro-izquierda y centro-derecha, no es más que el mullido sillón de los pusilánimes, de los besadores de culos del capitalismo. La derecha y la extrema derecha huelen a putrefacción y a muerte. Sólo me queda la extremísima izquierda, ese lugar adónde nadie ha llegado antes, porque los cojones que se requieren son equivalentes a la vida misma.

Una lectura histórica de cualquier proceso pasado o en marcha, tiene siempre la debilidad de que es formulada para favorecer, consciente o inconscientemente, un interés o un conjunto de intereses individuales o colectivos. Mis propias reflexiones al respecto están mancilladas por este pie forzado, pues están enfocadas, a menudo, a desacreditar toda forma de gobierno o grupo acaparador de la propiedad, así como toda forma de dictadura filosófica y moral. No me gustan los gobiernos ni los cabrones que se aprovechan de los demás.

Ante la intemperancia filosófica de los tiempos que nos atenazan, solemos facilitarnos el camino hablando de una era de incertidumbre y socavamiento ideológico, que tiene a medio planeta debatiéndose en un mientras tanto, y a la otra mitad del planeta muriéndose de hambre.

Es la era en que cada uno debe valerse con sus propias uñas para superar cada nuevo día. Las posturas ideológicas fracasaron por distintos motivos contextuales, pero más que nada por ser antinaturales. De esta forma, el comunismo no pudo lidiar con el natural egoísmo del ser humano, ni contra la propia estupidez de sus implantadores. El capitalismo tampoco ha podido contra la codicia enfermiza de sus adláteres ni contra las bombas de resentimiento que se agigantan entre los grupos menos privilegiados. Las terceras y cuartas vías no han sido más que formas gatopardeadas del capitalismo más salvaje.

Hoy vivimos más bien sometidos a las estocadas de los grandes especuladores (protegidos como hijos predilectos por los bancos mundiales), que tienen el poder de vaciar nuestros refrigeradores y de empobrecernos de un día para otro.

Sin embargo, y esto es lo que me hace casi un excéntrico, aún creo que es posible cambiar el mundo, reorientarlo, salvar sus últimos manchones verdes, sus últimos cuadrúpedos. Aún es posible, aunque no haya con quien contar, porque no habrá revolución generalizada, porque nadie se alzará ni pondrá en riesgo su plasma ni su nevera. Aún es posible, estoy seguro, aunque sea disuadiendo idiotas rastreros que al segundo paso nos acuchillarán por la espalda. Aún es posible, con mi reducido ejército de sombras, saltando infinitos muros espinosos.

Original: Cuadernos de la Ira.

Escritor chileno. Licenciado en Historia en la Universidad de Chile. Nació en San Fabián de Alico en 1972. Ha publicado ensayos, crónicas y relatos en diversos medios americanos y europeos. Es autor de las novelas Ameba y El odio, y de los libros de relatos La vida continúa y El insomnio de la carne. Todas sus obras han sido publicadas por Sanfabistán Editores. Columnista en HuffPost Voces (EEUU) e HispanicLA (EEUU) y controvertido bloguero político cuya voz independiente se ha expandido a todo el mundo hispanohablante. Se le ha descrito como un autor de pluma corrosiva, provocadora y amarga.

17 comentarios

  1. Alguna vez me senté a la vera de un camino y observé a la gente transitar frente a mí.
    Vi a los jóvenes, que caminaban felices y apurados, como si la vida fuera de tránsito rápido y cada minuto debiera ser aprovechado porque se escapa tan pronto lo atrapamos.

    En ese polvoriento sendero, pude ver a los viejos caminar. Lo hacían como si la juventud los hubiera cansado tanto que ya no pudieran mantener el ritmo de un buen paso y se limitaban a simplemente dejar que la inercia del viento que golpea sus espaldas los llevara a alguna parte.
    Pasaron las horas y luego vi a los soñadores que caminaban con la mente en las nubes, todo su cuerpo los delataba, parecían no pisar el suelo. La fuerza de sus deseos de justicia los elevaban y casi no dejaban huella. Pero su tránsito era tan etéreo que no importaban a nadie.

    Enseguida vi a los emprendedores que añoraban crear, caminaban como el escritor que garrapatea textos que publicará cuando encuentre a quien engañar diciendo que son obras maestras de rentabilidad asegurada. El emprendedor intentará vender un sueño y de acuerdo a lo que pueda hacer embaucará con su verbo al pequeño que solo puede entender dos ideas de corrido. Ambos fracasarán, pues más tarde o temprano alguien comprará el libro y sabrá que la empresa no era lo que el maestro pintó y menos lo que el otro escribió.

    Sentado con el sol en la cara y el polvo colándose entre los pelos de mi nariz, vi pasar al izquierdista, iba con su traje de revolucionario, calvicie incipiente y el pelo que le va quedando, muy largo enrulado. Zapatos desgastados de tanto caminar y con su eterna compañera que lo sigue detrás a poca distancia hasta que finalmente se aburre y lo cambia por un maduro que paga las cuentas. En su bolso, el siniestro, lleva un ejemplar de sus sueños, un billete arrugado y unas pocas monedas, la rabia acumulada por años de envidiar a quien él sueña exitoso capitalista. Por cierto, escondido entre los pliegues de hojas sueltas un manifiesto, un cartel que debió ser pegado en alguna parte y fue olvidado y más allá de todo, hay un boleto de ida sin vuelta al fracaso.

    Finalmente, luego de ver pasar a todos ellos, decidí caminar por la otra vereda, pues el mundo por ese lado pareciera avanzar.

  2. Se agradece amigo Claudio. Un escritor que atrae tanto a los reflexivos como a los chiflados de este planeta, es como adherirse una poderosa jineta al ego.

    Lo que está claro es que tras esta seguidilla de fracasos políticos, en que nadie puede tirar la primera piedra, sólo nos queda delinear nuestro propio camino.

  3. Amigo Muzam, no se cuál es el magnetismo que generan sus letras en individuos con sus facultades mentales perturbadas. Aún más, se atreven, ocupan su cabeza y escriben. Dado del tenor de las patéticas opiniones recientes, no ha pensado fundar un manicomio con dobles de Hitler, Stalin, Mussolinni y Pinochet.

    Yo mismo me siento perseguido. Creo que me haré ver.

  4. Sí, viva la extrema derecha, Luchito, así se habla… con ellos gobernando el mundo se acabará mucho antes y dejaremos de sufrir… la izquierda hasta en eso es inoperante… gobiernan y gobiernan y no termina de una vez con este mugroso planeta… viva la derecha, con ella hasta la muerte…

  5. En la extremísima izquierda no hay paladines de la justicia, señor Muzam. No hay ilusos. Sólo cadáveres. ¿Por qué no ver lo mejor de lo que tenemos? Chile hoy ha vuelto a ser la estrella económica de América Latina gracias a la acción ordenada de nuestro gobierno.
    ¿Qué pasó con Allende, con Cuba, con Ho Chi Min, con las estrellas fugaces de la izquierda mundial?
    El único camino posible es la derecha, señor Muzam. La izquierda ya ha hecho demasiado daño al mundo.

  6. ¿Dónde está tu propuesta, Muzam?
    Es posible estar de acuerdo con cada uno de tus planteamientos. No queda mucho qué defender hoy en día. Pero tras este análisis, ¿adónde vamos?. Quizás tu tengas respuestas a la altura de lo que necesitamos.

    Una rabiosa reflexión.

    Cariños.

    María Paz

  7. Fracasó toda forma de gobierno, porque en varios miles de años no lograron ni quisieron, (y a menudo actuaron en contra y a propósito), permitir que cada uno tomara lo suyo, saciar las elementales ansias de justicia de cada persona, igualitarizar las sociedades, actuar en función del bien común y no atrincherarse en el provechoso nido de ratas que ha construído cada tipo de gobierno.

    Nunca los necesitamos, nunca los llamamos, no los invocamos, no los queremos, simplemente los soportamos, hasta que se nos acabe definitivamente la paciencia.

  8. Junto con valorar tu texto, querido amigo, se me viene una avalancha de preguntas a mi cabeza. ¿Dónde nos ubicarnos? ¿Desde donde defendernos? ¿Cómo sumar y no restar? ¿Dónde dejar nuestras propias miserias ante un enemigo difuso y triunfante? Las preguntas se suceden una tras otras y las respuestas se pierden quizás dónde…

  9. Así como fracasaron la derecha y la izquierda, creo que también lo harán las extremas más extremísimas de las mismas. Acaso sea la única solución transitar por la vida evadiendo ambas opciones y su derivadas más inmediatas… Será cuentión de marchar tratando de evitar caer en los hoyos que dejan las bombas que se van tirando unos y otros, diseñando nuestra muy personal hoja de ruta. Desde luego que no existen garantías de llegar a salvo a donde sea que vayamos pero creo que nos sentiremos más satisfechos que si lo hicieramos siguiendo a quienes les hemos perdido la confianza o resignandonos a ser parte de lo que sabemos corrupto, podrido y contaminado.. Yo miro descofiada a ambos lados.
    La única extremísima izquierda en la que me permito creer es en la que conducís vos porque tengo una idea de tu integridad y sé que no estás con el resto pero sospecho que no hay muchas vacantes a tu lado. Poderoso escrito, te felicito.

    Saludos

  10. «Fracasó la izquierda – les digo – fracasó la derecha, fracasó estrepitosamente el comunismo…..La derecha y la extrema derecha huelen a putrefacción y a muerte.» Si tanto la derecha como la izquierda fracasaron como conceptos filosóficos-ideológicos de ordenamiento socioeconómicos (aparte de que para mí ambas opciones son la cara A y la car B de un mal disco, donde en una canta una coral y en la otra un quinteto…)¿qué nos hace suponer que los extremismos, ya sean de uno u otro signo serían la solución? ¿Es que, acaso cuando una silla tiene una pata con una grieta, la arreglamos partiéndole las otras cuatro? No podemos arreglar los viejos problemas con las mismas «viejas» formas de pensar que los crearon ni solucionarlos con posiciones aún más «a lo extremo» Aquello de que s ni quieres sopa, toma tres tazas, a la larga no funciona ni para educar bien a los hijos, imaginémonos a toda una sociedad, a todo un planeta.
    Tal vez el ejército de sombras de Muzam tenga la solución. Yo, desde luego, no la tengo. Pero no hace falta ser carpintero para ver que una silla tiene o no una pata coja… aunque traten de vendérmela como de diseño ultra moderno.
    Un abrazo.

  11. ¿Es acaso la extrema izquierda un proceso meramente reflexivo?
    De acuerdo, digamos que si. (solamente en el sentido positivo, no necesariamente en el sentido político).

    Pero tomemos el ejemplo del hombre prehistórico. Gallo alto, barbón, melenudo, con pinta de quizas qué barra brava habrá salido, o de qué circo, o de qué zoológico mas bien…pero al punto. Un buen dia de ellos en la alta edad prehistórica, a este individuo reflexionando y pensando, se le ocurre una idea brillante; tan brillante era la idea que siguió reflexionando y se le ocurrió a su idea llamarla » fuego»…

    Después de todo él no lo había creado, sino que lo había visto salir desde el fondo de la tierra por la punta de la montaña; lo había visto caer del cielo -Talvez eran los mismos Dioses que lo enviaban a la tierra en espera que alguien «Meditara» al respecto-.

    En fin, a mi no me sorprende todo este recorrido histórico generativo de un fenómeno histórico, a mi me llama la atencion aquel fulano que viendo los efectos causados por el fuego reflexionó al respecto e invento el primer cuerpo de bomberos….

    Ahora, la historia que les acabo de narrar -medio en broma, medio en serio- debiera tener una moraleja, pero aun no se la encuentro. Hombre, qué piensa o reflexiona; hombre que lleva a efecto, que realiza, que hace realidad, que pone en concreto aquel fenomeno; Hombre que controla y reduce el fenómeno en cuestión…mi noventagenaria abuela, ( que en cuestión vivió hasta su 97avo cumpleaños) tenia un dicho muy cierto: «El camino hacia el cielo esta plagado de buenas intenciones», o algo así. Ahora, qué hubiera pasado si en el Egipto de los faraones hubiesen pasado el verano reflexionando como construir las pirámides, con que propósito, y a beneficio de quien, y por supuesto cuál sería el eventual valor intrínseco de tal proyecto. LA PLATA TENDRIA QUE SALIR DE ALGUNA PARTE. DE ALGUNA PARTE TENDRIA QUE SALIR LA MANO DE OBRA… .

    El mismo caso, Un día a fines de la Edad Media Europea, alguien reflexionó y dijo «La tierra es redonda; pues que me voy al mar a ver lo que hay al otro lado'» (Se pueden imaginar a este personaje con un pesado acento entre veneciano y gallego …) . Pero, necesita navíos y una tripulación para realizar tal aventura; ¿de dónde salio el billete?
    de la Corona -en este caso La Reina Isabel de España.

    Mi moraleja:

    TODOS SOMOS TRIPULANTES DE ESTE NAVIO HISTORICO, TODOS SOMOS RESPONSABLES POR MANTENERLO A FLOTE SIN MIRAR EN MENOS A LOS QUE NO ESTAN HACIENDO NADA, O ESTAN REMANDO HACIA EL OTRO LADO. TODOS TENEMOS EL MISMO PUNTO DE DESTINACION, NADIE SE BAJA A MITAD DE CAMINO, TODOS SOMOS PARTES DE UN MISMO EQUIPO …
    TODOS TENEMOS QUE REMAR, HACER ALGO PARA QUE EL NAVIO PROGRESE. DE LO CONTRARIO, NUNCA NADIE HUBIERA APAGADO EL FUEGO,LAS PIRAMIDES NUNCA HUBIESEN SIDO CONSTRUIDAS , Y POR SUPUESTO, COLON NUNCA HUBIERA ENCONTRADO LA NUEVA TIERRA QUE SE ENCONTRABA AL OTRO LADO DEL HORIZONTE.

    La reflexión es solamente una parte de un proceso dinámico, NO ES EL FIN EN SI.
    Hay un común denominador a través de la historia, TODOS QUEREMOS PLATA: Jesús fue vendido por 30 monedas de plata, las pirámides feron financiadas con el tesoro de los reyes Egipcios, las Pinta, la Niña y la Santa María se hicieron a la mar gracias al financiamiento Real Español…

    JS

  12. Sólo será posible si aprendemos a escuchar, si con nuestras palabras enseñamos algo para todos, si aprendemos a aprender.

    Salud y un abrazo,
    Sime

  13. Definitivamente ni izquierdista ni los de la derecha sirvieron de mucho a la hora de gobernar. Tengo en mis memoria innumerables errores y bestialidades cometidas por ambos. Dan bronca y verguensa. Hay que irse mas alla de la izquirda casi a la mier..da.

  14. El otro día en una película el protagonista le expetó a otro: somos todos de izquierda cuando estamos en la universidad pero cuando entramos al mundo laboral queremos lo mejor de lo que el mundo capitalista ofrece y hacemos lo imposible por obtener, nos sometemos a interminables horas de trabajo y olvidamos que trajimos hijos al mundo.. Se acaban las ideologías cuando el necesito se impone en nuestro día a día.. Que alce la mano el que no haría lo mismo para que su hijo tenga la mejor educación y un futuro posible dentro del sistema. ((Brazos cruzados))
    Del dicho al hecho hay mucho trecho.
    Saludos cordiales

  15. El miedo, la codicia y la cobardía nos encaminan hacia la derecha, Muzam. La izquierda hoy en día es un escenario de malos actores cómicos, de exquisitos hijitos de buenas familias que juegan al socialismo de salón.
    ¿Adónde iremos? Creo que parte de la respuesta está implícita en tu potente escrito,
    Saludos, Muzam.

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