¿Qué hace a unos más felices que a otros?

¿Qué hace a unos más felices que a otros?

Desde luego no es el bienestar, estaremos de acuerdo en que los fluidos de comodidad no siempre llegan para instalarse, y cuando así lo han hecho demostraron que no influyen en una felicidad igual para todos.

Tampoco parece que sea el razonamiento. Algunos de ustedes habrán comprobado que las aseveraciones en cualquier idioma se pulen para tratar de convertirse en razonamientos implacables. Lo más que han conseguido es ilustrar las respuestas del que parece saberlo todo, por suerte, alimentado por las preguntas del que simula no saber nada.

El amor, rey de la felicidad, se nutre de las personas educadas en la tradición familiar que siempre serán capaces de encontrar una respuesta acorde a sus experiencias familiares, mas no significa que hoy día responda por igual a todas las personas. La idea de familia en la actualidad dista mucho de lo que vivieron nuestros abuelos.

Llegado a este punto, creo que las personas que manifiestan mayor felicidad son las que se nutren de alguna idea. Cabe suponer que el motor que nos motiva a proyectarnos desde nosotros mismos hacia los demás, con indiferencia de nuestros afectos, probablemente sean nuestras ideas.

En tal caso la creación de una idea que aglutina un amplio abanico de ideas podría suponer una plataforma que acerque a las personas a ser felices por encima de su bienestar, su razonamiento o el afecto adquirido.

La separata literaria Palabra Abierta cumple un año publicando ideas y por lo mismo alimentando la felicidad de las personas que las proponen tanto como las que se reflejan de alguna manera en ellas.

Sirva este pequeño reconocimiento para agradecer la meritoria labor editorial de Palabra Abierta que hoy cumple 365 días de ideas en movimiento.

…y que cumplan muchos más.

Héctor Huerga, Barcelona, 1972. Narrador. Trabajó como editor de literatura contemporánea en México, Suiza y España. Clasificó fondos bibliotecarios en el Museo Etnográfico de Ginebra. Recientemente colaboró en el departamento de publicaciones del CAAM en España para la renovación digital de las publicaciones sobre arte contemporáneo. Como no ha podido conservar ninguno de los trabajos anteriores, actualmente escribe novelas, ejercicio que se ha propuesto desarrollar cuando las circunstancias se lo permiten, muy poco a su pesar. Radio Puente y situación(istmo)situación son sus dos primeras novelas.

Un comentario

  1. Se me ocurrieron varias ideas.
    Algunas veces tener ideas, y más aun tenerlas muy claras, nos impide avanzar, la idea con su dualidad de sabia arrogante y activa puede ser torpe. No tener idea también es buena plataforma(sin promoción). La ignorancia es lo que nos permite recibir, la duda permite el cambio, el «no tener idea» es el motor para tenerlas. Otras veces queremos conceptualizar todo, ponerle palabras, explicarlo, realizarlo, idealizarlo, intentamos llenar todo vacío incomprensible, toda ausencia de ideas, toda quietud, explotamos en palabras algunas veces huecas, en acciones brutas. El amor, por ejemplo, camina sin «tener ni idea» de para dónde va, pero avanza, algunos besos borran las ideas y en ello radica su gran valor como dadores de felicidad, ¿no crees?. Abrazos querido Héctor.
    P.D. Me divertí mucho al leer el texto junto con los links de palabras subrayadas (¿A eso se refieren con»palabra abiertas)…jajaja

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